lunes, 15 de noviembre de 2010

Authors@Google: Garr Reynolds



Una buena forma de enseñarnos a hacer presentaciones centradas en la historia que tenemos para contar y teniendo en cuenta que debemos permanecer honestos, frescos, simples, naturales, abiertos y visuales.  "La presentación no es el power point, la presentación es la persona que habla de forma apasionada sobre su tema".  Se trata de hacer lo difícil simple.

El mayor y más costoso bien es tener un buen nombre

En estos días me he sentido triste porque veo con preocupación cómo cada día se destapan más casos de corrupción en mi país y en el mundo. Está bien que salgan a la luz, ese es motivo de alegría, pero lo que no me parece es que quienes tienen acceso a cargos de decisión usen su poder para robar o ganar dinero por cuenta de quitarle oportunidades a los más necesitados. Me preguntó cada día, con rabia, ¿por qué los corruptos roban, de todas maneras después de tener una casa cómoda en donde vivir para qué seguir comprando más, no sería mejor acaso darle la oportunidad a otros que en la vida han tenido menos oportunidades de también poder tener acceso a una casa, a educación, a salud?

En estos días leía artículos sobre corruptos que en cargos del Estado, aprovechan para robarse hasta el último centavo para luego poner el dinero en paraísos fiscales en donde nadie los sigue, ni les pregunta la procedencia. ¿Para qué les sirve este dinero mal habido, es que la conciencia les permite dormir en las noches? Por qué en Colombia, mi país, existe esta cultura del dinero fácil, del vivo vive del bobo, de que hay que aprovechar. ¿Qué es lo que hay que aprovechar? Porque al final por cada uno que se aprovecha son millones de familias las que quedan en la pobreza. Es que acaso los políticos y aquellos que ejercen cargos públicos no se han dado cuenta que ellos están allí para ayudarles a los que los eligieron, a la sociedad y no para enriquecerse de la peor forma posible, que es robando.

¿Cómo quienes roban el dinero público, que es sagrado, pueden levantarse cada día y mirarse en el espejo y hacerse los santos frente a la opinión pública sabiendo que por culpa de ellos hay atraso, carencias, subdesarrollo? Por cada acto de corrupción, por cada voto que se compre, por cada centavo que se recibe de los lobbystas son muchos los que se quedan sin opciones. ¿Es acaso justo que los que tienen mayores y mejores oportunidades en la vida, se aprovechen de esto para robar, para engañar, para vender su nombre, para vender al país?

Dicen que cada país merece a sus gobernantes y que ellos son el reflejo de lo que somos. Entonces me preguntó ¿es que los colombianos somos un grupo de corruptos, que somos capaces de vender a la mamá para tener carro último modelo, casa de campo, avión privado? Espero que no y que sea cierto aquello de que los buenos somos más, porque o sí no, nada de lo que hagamos hacia adelante valdrá la pena.

Espero que los corruptos sean denunciados y que de ahora en adelante cambiemos la cultura de la corrupción, por la de la honestidad y el respeto. Ojalá los corruptos entiendan que en la medida en que sean honestos harán un mundo mejor para todos, incluso para ellos mismos. Porque imagino que quienes roban nunca están tranquilos y siempre están esperando que los cojan, que los pillen ¿acaso esa es una mejor vida, que la de ser reconocido por su capacidad de ayuda, de entrega, de ayudar a otros, por su honestidad?



domingo, 14 de noviembre de 2010

en Barcelona también se habla español

La Pedrera, Gaudi


Este fin de semana volví a Barcelona, una ciudad que me encanta por su arquitectura, sus casas, sus calles, su vida nocturna...  Hay de todo.  Esta vez conocí un sitio que me encantó y se trata de Monserrate a un poco más de una hora de la ciudad, es un sitio donde hay una Virgen Negra, la Virgen de Monserrate.  Está construido en la parte más alta de las montañas, entre las rocas. Los paisajes son maravillosos, con todos los colores posibles, con mucho sol.  Para llegar hay que viajar una hora y luego tomar el teleférico. Todos los días en la Iglesía, a la 1:00 de la tarde se puede oír un coro de niños cantores.

También aproveché para visitar uno de los edificios construidos por Gaudi, la Pedrera, con una maravillosa vista desde su terraza en el sexto piso y una visita a uno de los apartamentos hecho con gusto, pensando en la gente y no en el espacio que ocupa.  Los espacios amplios, iluminados, baños grandes y blancos, cuartos llenos de luz.  Definitivamente si se trata de la obra de un genio.

Esta vez, varias personas me dijeron que no les gusta hablar español porque es una imposición del gobierno, que lo de ellos es el Catalán. Así que aprendí que si se ve con claridad que uno no viene de otra ciudad española, son amables, porque finalmente lo que no les gusta es que los obliguen a hablar una lengua que no sienten suya, porque tienen la propia que pienso es una  mezcla entre el francés y el español.  Igual no entiendo nada de lo que dicen, pero si respeto su posición frente a la lengua.  Hace años cuando fuí me pareció que la gente no era amable, esta vez puedo decir que al contrario la mayoría de las personas que encontré fueron solidarias, amables, llenas de historias para contar.  Siempre dispuestos a ayudar.

Entonces, recomiendo ir a Barcelona y para el transporte compren el T-10 que es un tíquete con 10 viajes que puede ser utilizado por dos o tres personas. Es barato y asegura el uso de todos los transporte en el día y la noche.  Buen viaje!!!
Monserrate, a una hora de Barcelona

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Cuando los sueños empiezan a convertirse en realidad

Me acuerdo cuando era chiquita y pensaba que si cerraba los ojos y pedía algo con mucha fuerza iba a obtenerlo. El asunto era pedir con mucha fuerza. Lo ensayé muchas veces y la verdad es que las cosas no habían cambiado, o tal vez si, porque cuando abría los ojos me sentía más contenta y aunque todo era exactamente igual que antes ya no me importaba. Ahora con los años, sigo cerrando los ojos y esperando que todo sea mejor y lo increíble es que con el tiempo, me doy cuenta que los sueños casi siempre se hacen realidad. El secreto es cerrar los ojos muy fuerte y seguir mirando el mundo con los ojos de sorpresa de cuando tenía 6 años.

Le doy gracias a la vida con sus altos, sus bajos, sus alegrías, sus tristezas, con la ausencia de mi papá que ahora está en el cielo, con el hecho de vivir a 10 mil kilómetros de mi familia... Hoy puedo decir que de los momentos duros, difíciles, los que han dolido he aprendido y que sé que mi secreto sigue siendo simplemente cerrar los ojos para soñar y luego darme cuenta de que todo está mejor.

Gracias!

lunes, 25 de octubre de 2010

Ocupación=Organización

Siempre me sorprendo cuando escribo a personajes importantes, que han tenido o tienen cargos significativos, que tienen éxito, que son representativos socialmente.  Me sorprendo porque ellos casi siempre contestan entre las sigientes dos y 48 horas.  Yo me pregunto: ¿cómo personas con tantas ocupaciones sacan tiempo para atender a desconocidos que quieren un favor, un consejo, una ayuda, o siemplemente decir hola?. Y la respuesta es que las personas más ocupadas saben administrar mejor su tiempo y en cambio, son aquellos que hacen poco y en desorden los que no tienen tiempo para nada.

Pienso que mientras más cosas tengan para hacer estas personas ocupadas, más organizados son y además saben dar prioridad a sus asuntos, entre ellos uno muy importante ayudar a otros.  Debo decir que en mi lista de personas importantes que me han respodido están: Julio Sánchez Cristo quien me respondió 48 horas después, con exactamente una propuesta a mi inquietud.  Francis Balle que es uno de los más importantes investigadores y docentes de comunicaicón y medias en la Sorbona y mi actual director de tesis, él también se tomó 48 horas para no sólo responderme sino también darme una cita (gracias a ello hoy soy candidata a doctora en la Sorbona) y hoy tuve también una respuesta de Ricardo Galán quien fue el Director de Comunicaciones de la campaña del Presidente de Colombia Juan Manuel Santos, él se tomó 8 horas para decirme que me daba una cita para una entrevista.  Pero, en mi lista también está el rector de la Universidad de los  Andes, Carlos Angulo Galvis, quien respondió en 5 minutos.

Gracias a todos ellos por su tiempo, por sus respuestas y por enseñarme que sólo las personas realmente ocupadas son las que tienen tiempo para todo y dan prioridad a ayudar.

Los invito a ver este video, que me encantó, sobre la felicidad Be Happy

miércoles, 20 de octubre de 2010

Buscar ilusiones en lugar de la realidad: “You will meet a talk dark stranger”

Para mi, ir a una película de Woody Allen es tener la certeza de que voy a asistir a algo que me va a gustar. Esta vez por supuesto no fue la excepción. Me encantó la forma simple de mostrar a esta familia que empieza a vivir una serie de historias que le pueden pasar a cualquiera que no esté contento con su realidad y se vaya a buscar la felicidad en la ilusión, o en la vecina, o en el jefe, o en una prostituta... Esta vez el el hilo conductor es una vidente que asesora astralmente a una de las protagonistas, una mujer que es abandonada por su esposo luego de 41 años de matrimonio, porque él considera que ella está envejeciendo y él se siente aún joven. El resultado una separación que devasta a la mujer y que lleva a este hombre a casarse con una joven prostituta de la que se enamora luego de pagarle 500 dólares por la primera noche. A partir de estas historias se cuenta también la de la única hija de la pareja y su esposo, los amigos de su esposo, el jefe de la hija, las amigas de la hija, la vecina... Todos viven la vida de la forma en la que llega, pero a todos los encuentra la película en un momento difícil, de fracaso, de tristeza, de querer cambiar. El final queda para que cada uno lo imagine. Me gustó mucho y me gusta saber que en el cine como en la vida real, a veces, la vida trae consigo momentos dolorosos y difíciles que nos llevan a tomar decisiones no siempre buenas y a creer que el plato de al lado es mejor que el que tenemos al frente.

Actores: Naomi Watts, Josh Brolin, Anthony Hopkins, Antonio Banderas, Freida Pinto, Ewen Bremner, Gemma Jones, Anna Friel, Lucy Punch y Pauline Collins.

martes, 19 de octubre de 2010

The Social Network, una historia contada por un enemigo que en el principio fue amigo

El miércoles de la semana pasada, el primer día que se presentó The Social Network en Francia estaba sentada en la sala de cine 30 minutos antes de que empezara la película (la razón como las sillas no son numeradas, no importa con cuánto tiempo de anticipación compras la boleta, lo importante es a qué hora llegas, de eso depende la buena o mala ubicación que obtienes en el cine). Yo quería la mejor ubicación porque desde hacía un mes estaba esperando ver esta película para conocer un poco más sobre la vida de este genio que nos tiene a todos conectados a través de Facebook. El resultado es que la película me gustó mucho, una historia muy bien contada, el casting muy bien hecho.

Lo único que me deja un sin sabor, es que toda la historia (que suponemos real), es la versión de una sola persona. El único que contó los hechos para construir el guión fue Eduardo Severin , el socio de Mark Zuckerberg, quien donó los primeros 1.000 dólares que hoy tienen al dueño de Facebook como uno de los más ricos y poderosos del mundo. Me acuerdo que cuando salí de la película me dije: el único normal de todos ellos es Severin y luego cuando leí en The New Yorker la entrevista realizada por José Antonio Vargas mi percepción empezó a cambiar.

No hay que olvidar que en la semana de salida de la película Zuckerberg estuvo más cercano a los medios, tal vez para mostrar una imagen más positiva de sí mismo, o tal vez por coincidencia (pero no creo que él haga muchas cosas por coincidencia). En esa entrevista vi que probablemente la mayoría de lo contado puede ser cierto, pero como en todo nos falta la otra cara de la moneda, esa que sólo puede contar Mark para saber qué fue lo qué pasó en la construcción de Fracebook, el único problema es que él no quiere decir nada sobre esta historia, no quiso participar en el film. Sólo ha querido dulcificar su imagen con algunas entrevistas, donaciones y participaciones públicas.

Pero bueno, lo importante es que la película es buena, a mí me mantuvo todo el tiempo pendiente, el tiempo paso rápido, los personajes muy creíbles, nunca me sentí en una historia de ficción. Me sentí caminando por los pasillos de Harvard con los personajes. Eso sí hubo algo que me pareció extraño y fue ver a Severin con una novia asiática en el film, sólo que en la vida real el que tiene una novia chino americana, Priscilla Chan es Marc. Entonces, tal vez la historia está un poco mezclada en la cabeza de Eduardo que no tiene muchos motivos para querer a Zuckerberg luego de haberlo sacado de Facebook por la puerta de atrás y con un cheque inicial de 19.000 dólares. Yo recomiendo leer la entrevista hecha por el New Yorker para tener un poco más de herramientas. Lo anterior porque mientras más conozcamos al dueño de Facebook mejor sabremos quién es el que administra la más completa base de datos del mundo con 500 millones de usuarios.

sábado, 16 de octubre de 2010

Actualizando mi búsqueda de empleo

Esta semana estuve bastante ocupada rehaciendo mi hoja de vida, redactando mi carta de presentación, además enviando e mails, hojas de vida, leyendo la historia, misión, visión, planes de desarrollo de las empresas en las que quiero trabajar. Rehíce contactos con muchas personas con las que hace tiempo no hablaba. Estuve muchas horas sentada frente al computador haciendo tablas de excel en donde puse la lista de sitios en los que quiero trabajar, la lista de gente que conozco, la lista de gente que no conozco pero quiero contactar.

No me hubiera imaginado que esto tomaba tanto tiempo, y no lo imaginaba tal vez porque es la primera vez que lo hago en mi vida. Antes no cambié mucho de trabajo y siempre llegué a los sitios, en un inicio, porque me recomendaban de la Universidad en la que estudié y luego porque conocía a alguien. En resumen, es la primera vez que hago una búsqueda organizada de trabajo.

El resultado ha sido mejor de lo que yo misma me hubiera imaginado, he recibido respuestas de todas las personas a las que les he escrito y en una semana de búsqueda ya tengo mi hoja de vida en manos de las personas correctas en los 5 sitios que están como los más importantes en mi lista. De allí además ya tengo una entrevista personal lista para cuando esté en Bogotá.

Lo mejor de todo es que a las personas a las que les he escrito me han contestado con mucha amabilidad y he visto mucho interés. La verdad no pensé que la gente estuviera tan dispuesta a ayudar a otros a conseguir un trabajo. Me alegra que haya tanta solidaridad y tanta generosidad en mi entorno.

Así que por el momento el balance va bien y yo estoy muy animada en esta mi primera búsqueda organizada de empleo como profesora de tiempo completo en comunicación organizacional con énfasis en TIC.

Gracias!!!

viernes, 15 de octubre de 2010

¿Por qué los adolescentes salen a marchar en Francia?

En estos días me he sentido un poco agobiada con la huelga en Francia y la verdad es que sí bien entiendo por qué paran los obreros, los conductores de bus, tren o metro y los que hacen trabajos de gran desgaste físico, no me queda muy claro porque los estudiantes de últimos años de bachillerato salen a marchar

Entiendo que los afectados por la medida estén en paro porque empezaron a trabajar entre los 18 ó 20 porque o no hicieron una formación o la que hicieron fue muy corta (de uno o dos años). Y lo entiendo porque al cumplir los 60 años ya habrán cumplido los cuarenta años de trabajo que exige la ley para tener derecho a una jubilación completa. Entonces, ellos están luchando por algo que es su derecho y es a retirarse a la edad en la que cumplan sus cuarenta años de cotización, teniendo en cuenta que según los estudios ellos cuentan con 7 años menos de vida, que alguien que haya realizado un trabajo intelectual.  Ellos luchan por su presente y por el futuro de sus colegas.

Entiendo que los sindicatos los apoyen en su exigencia, porque ese es su trabajo, apoyar a sus miembros y ayudarles en la defensa de sus derechos. También entiendo que las familias de estas personas salgan a marchar. Incluso no tengo problema con el hecho de que el sistema de transporte es un caos gracias a ésto y que por varias semanas es de lo único que se habla en las noticias.

Lo que me cuesta entender es que hacen los adolescentes metidos en este rollo.  Ellos dicen que es porque se les vulneran sus derechos al pasar la edad de jubilación de 60 a 62 años, pero igual de todas maneras sí ellos deciden hacer una carrera universitaria, empezarían a trabajar a partir de los 23 ó 25 años y tendrían su pensión a los 63 ó 65 años. Y si por el contrario deciden que quieren ser conductores de bus, de metro, trabajar en una fábrica, igual van a entrar a un sistema de cotización en el que ya no serán 40 años de cotización sino 41.5.  O sea que igual lo más probable es que su edad de jubilación sean los 62 años.  El tiempo de cotización va a aumentar en un año y medio porque la esperanza de vida de los franceses aumenta también y hay que seguir pagando por más tiempo (en eso están de acuerdo los de izquierda y los derecha).  Entonces, qué es lo que hacen los jóvenes sin ir a estudiar y además prohibiendo a quienes sí quieren hacerlo la entrada a los planteles educativos, eso es algo que no entiendo.

Se me ocurren algunas respuestas: Una manipulación de estos jóvenes desde los síndicatos ofreciéndoles una información equivocada de la realidad; Poca claridad de los medios al explicar la realidad de lo que sucede, que al final termina siendo también una manipulación; Una consciencia social que llega a tal punto que desde los 17 años se sale a las calles a defender los derechos de aquellos que hacen los trabajos más duros, o quizá porque los jóvenes desde los 16 años ya entienden que sí se alarga el tiempo de trabajo, ellos tendrán menos oportunidades de entrar al mercado laboral y por ende ellos mismos saldrán también más tarde.

La verdad es que no se cuál sea la respuesta. Pero, creo que en Francia los adolescentes se tomaron su derecho al paro muy en serio y ahora nadie sabe qué hacer con está bola de nieve que crece, crece, crece...

jueves, 14 de octubre de 2010

Yo soy buscadora de empleo, ¿y tú?

En estos días estoy dedicada a encontrar donde trabajar y para hacerlo de la forma más profesional posible la semana pasada hice un curso sobre cómo aprovechar las redes sociales y el mercado escondido. Fueron tres días intensos, en donde recibimos todo tipo de consejos para  sacar provecho, en el buen sentido, de nuestra agenda de amigos (ese es el mercado escondido). Lo increíble es que es algo simple y también algo que yo poco he hecho, ya sea porque me da pena, o porque pienso que la persona que conozco no trabaja en la misma área y gracias a eso he perdido oportunidades interesantes en el tema laboral. Oportunidades que por supuesto no voy a seguir perdiendo. Así que aquí comparto el resultado de mi coaching laboral:

1. Definir exactamente en qué área quiero trabajar (porque es en lo que tengo experiencia, o lo que me interesa hacer). Así cuando diga a alguien lo que hago tengo un título exacto sobre mi experiencia y las personas que reciban el mensaje lo fijarán más fácilmente en su memoria.

2.  Buscar eso que me hace diferente o más capacitada y hacer una lista para hacerlo visible en la hoja de vida y tenerlo listo en las entrevistas. Preparar las entrevistas con tiempo. Saber cuáles fueron las experiencias relevantes, los logros, mis defectos y cualidades. Mostrar todo con ejemplos.

3. Elaborar una hoja de vida de una sola página en la que vaya mi información general de contacto, mi experiencia, formación, idiomas, publicaciones y pasatiempos (en este punto como el mío es escribir pues pongo la dirección de este blog al final de la hoja de vida). Revisar la hoja de vida tantas veces como sea necesario para que refleje perfectamente quienes somos, sin errores y con un buen diseño

4. Acompañar mi hoja de vida con una carta de presentación de una página en donde claramente diga qué es lo que quiero hacer en la empresa para la que me postulo. Entre tres y cinco párrafos, empezar hablando de la empresa, luego de mí y finalmente de la empresa y yo. Siempre cerrar con la disposición de encontrar a la persona a la que se le escribe (hay que tomar el tiempo para mandar la hoja de vida a alguien en particular en la empresa). Enviar la carta a amigos y conocidos en los que confiemos por su conocimiento empresarial o redaccional para que nos corrijan, comenten y sugieran

5. Hacer una lista de las empresas en las que me gustaría trabajar y luego una lista de mis amigos y conocidos y ver cuáles de ellos tienen contactos en estas empresas y enviarles un e mail contando sobre la búsqueda, de aquí tal vez resulten también nuevas empresas y posibilidades.

6. Contarles a todas las personas que conozco que estoy buscando trabajo, especificando en qué área y cuales son mi experiencia y mis estudios

7. Con la lista de empresas donde quiero trabajar buscar responsables del área que me interesa y datos de contacto, enviar la hoja de vida y hacer seguimiento

8. Hacer un cronograma de actividades y seguirlo rigurosamente

9. No dejarme desanimar cuando no hay respuestas inmediatas o no se consigue trabajo rápidamente

Según las cifras la forma más fácil de conseguir un trabajo es hacerlo a partir de los contactos actuales, sin olvidar pertenecer a redes sociales y por supuesto aprovechar para conocer a nuevas personas, que rápidamente hagan parte de nuestro grupo de contactos. Hay que estar activos, participar en eventos, asociaciones, conferencias, cocteles. Toda oportunidad de encontrar nuevas personas es buena para hacer saber que nuestra situación laboral es buscador de empleo.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Una étapa de reflexión

Yo por muchos años pedí tener un tiempo para reflexionar, para hacer un balance, para saber cómo iba mi vida, para conocerme y en ese proceso conocer a otros, para hablar conmigo, para cambiar cosas, para mejorar.  Como por arte de magia tuve ese tiempo y como siempre, en algunos momentos me queje por tenerlo.  Fueron algunos años en los que tuve largas caminatas, largas lecturas, largas conversaciones, largas tristezas, largas alegrías, largos viajes.  En este tiempo descubrí algo que ya sabía y es que me gusta aprender, adoro estudiar y vaya si lo he hecho en este tiempo.  He tenido la oportunidad de aprender formalmente en la academia, pero también sentada en un café simplemente mirando la gente que pasa.  Esto se hace tal vez en los 20´s y yo lo hice en los 30´s. Lo que quiere decir que siempre hay tiempo para aprovechar las oportunidades. Pude tomarme un tiempo para mí en mi época productiva y ahora me siento con más ideas, más productiva. Me siento lista para recomenzar, para empezar en una nueva faceta y es la de la docencia, acompañada de la investigación.  Me siento lista para compartir lo aprendido, lo vivido, lo hecho hasta hoy. Antes, siempre me sentía con carencias para dar una clase, porque un profesor no es el que sabe recitar lo que otros dicen, un profesor para mí, es alguien que ha vivido, que ha sufrido, que ha disfrutado, por eso no quise ser profesora en los 20´s y cuando lo fuí (por un año), no lo disfruté tanto como hubiera querido proque sentía que mis alumnos (algunos mayores que yo), habían vivido más, tenían más historias para contar y yo sólo sabía mucha teoría y algo de práctica sobre mi materia. Hoy, tengo las ideas más claras, sigo teninedo la teoría, acompañada de experiencias, contactos, redes, amores, desamores...

Hoy me siento lista para ser profesora, porque además quiero aprender mucho y siento que sólo enseñando se aprende realmente. Para lograrlo se que me faltan algunas cosas (como publciaciones en revistas indexadas, por ejemplo), pero también se que habrá tiempo para publicar, para llenar las carencias. Lo importante es encontrar esa primera oportundiad que me permita cumplir con este nuevo sueño, que siempre ha sido mi sueño y para el que ahora me siento preparada, lista, dispuesta, disponible y feliz.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Y volver, volver, volver...

Se llego la hora de volver, ya me queda sólo un mes en este lado del mundo y nuevamente volvere al lado que me gusta, al que prefiero, en el que me siento cómoda, con el que sueño cuando estoy despierta.  No veo la hora de estar en mi ciudad preferida en el mundo que es Bogotá. Yo se que es un poco caótica y que en las dos últimas alcaldías han desbaratado casi todo de lo que hicieron Mockus y Peñalosa (yo lo se), pero extraño los trancones conversando con el taxista, o con el compañero de silla del bus, extraño los huecos que me hacen dar rabia, extraño saber la palabra justa para cada cosa, extraño hablar en mi idioma, con mi acento que no molesta.  Extraño el olor de la comida (más que la comida misma), extraño las recetas que mi mamá me da (aunque ella sabe que allá no las pongo en práctica), extraño poder llamar a mis amigos sólo para saludar, sin razón particular.  Extraño ir al centro comercial sólo por qué sí. Pero entre lo que más extraño es trabajar con mi gente, que es igual a mí (que no se siente ni superior, ni inferior), que me dicen lo que sienten sin dureza, con cariño, mirándome a los ojos, con la seguridad de que yo voy a entender. Extraño sentirme entre los míos, que no me miran ni con miedo, ni con rabia, ni con incertidumbre... que bueno es regresar, que bueno es tener a donde regresar, que bueno no tener miedo de regresar, que bueno que no me importa el qué dirán cuando regrese (o tal vez si me importa, pero sólo un poco).

viernes, 10 de septiembre de 2010

El gobierno paga cursos de francés

Cuando llegué a Francia no hablaba nada de francés, ni una palabra. Era la segunda vez en mi vida que llegaba a un país desconocido sin hablar el idioma (la primera vez fue Inglaterra). Pero esta vez yo pensé desde mi ingenuidad que con hablar español e inglés las cosas podrían marchar. Desde el principio encontré sorpresas: la primera, en el aeropuerto donde traté de comprar una tarjeta de llamada y la vendedora estaba furiosa porque yo le hablaba en inglés y no en francés ("es horrible que alguien que venga a Francia no hable francés, decía con rabia). A partir de allí las cosas no cambiaron mucho y cada día la vida se hacía pesada por intentar comunicarme en inglés. Sólo un día en el que hablé español las cosas cambiaron un poco y las personas empezaron a ser un poco más amables. Allí empecé a pensar que tal vez los franceses se sienten inferiores a los ingleses y superiores a los españoles, por eso no aceptan una lengua y prefieren la otra.

Pero bueno, aquí el tema es que para tener mi primer permiso de residencia en Francia me hicieron un examen de francés, que por supuesto no pasé porque no sabía nada de nada. En la Prefectura me dijeron que por un año yo debía ir a estudiar francés a un curso pagado por el gobierno. Yo expliqué que ya estaba inscrita en la Universidad y que no era necesario que el gobierno me pagara el curso, porque de hecho yo ya tenía mi inscripción y horario y no me parecía muy conveniente mezclar dos metodología (por supuesto esta reunión fue con traductora a bordo). La respuesta fue que el curso era obligatorio y que yo debía ir. Que ellos me enviarían la información por correo. Yo no muy contenta con la respuesta acepté y me fui.

Un mes después, cuando yo ya había estudiado cuatro semanas de francés, me llegó la convocatoria y yo fui a presentar el examen de nivelación. Mis compañeros el día del examen eran refugiados políticos y ex indocumentados que habían tenido acceso a la legalización. Eran personas que llevaban entre 10 y 20 años en Francia pero que a causa de los duros trabajos: limpiando las calles, lavando platos, limpiando casas o cocinando no habían tenido tiempo para aprender francés. Yo pensé que entonces el curso iba a ser de excelente calidad y que el gobierno era maravilloso al ofrecer esta oportunidad a personas que de verdad iban a aprovechar este tiempo de estudio, me decía esto para no deprimirme por la historias duras y las caras tristes y fatigadas.

Las cosas fueron cambiando porque cuando llegué a la primer clase, la cita era en un edificio oscuro, viejo, sucio, con olor a orines en las escaleras de la entrada. Los salones eran pequeños, pero iluminados. De pronto llegó la profesora una dama como de 50 años, con serios problemas de pronunciación y de comunicación. Lo primero que hizo fue perder una de las tres horas explicando la importancia de firmar la lista, luego nos dio una hora para hacer un ejercicio que se hace en 5 minutos y luego una hora para corregirlo, repetía las mismas cosas, no avanzaba, no se concentraba.. Yo sólo quería salir porque sentía como perdíamos nuestras horas. Creo que en mi cara se notaba la angustia por estar allí pérdida en una clase sin metodología, sin rumbo, sin razón.

La siguiente semana yo volví y la profesora me dijo sin más que no me recibiría en su clase, que yo estaba en otro nivel (pero no me ofreció opción de cambio u otro profesor). Sólo me dijo que en su clase no me recibía más, yo no podía aceptar eso porque ya me habían dicho que era obligatorio. Ella estaba bastante molesta porque yo le insistía que yo debía estar en su clase, que era obligatorio, que me habían enviado allí. Ella de ninguna forma aceptó. Así que busqué a otro profesor que me dejo entrar a su clase por ese día y además escribió una carta a la prefectura diciendo que él podría recibirme.

Yo la verdad no quería seguir perdiendo mi tiempo. Así que preparé un discurso para ir a la prefectura y explicar la mala calidad del curso, el mal estado del inmueble, el bajo nivel de los profesores. Mis compañeros de la Sorbona me ayudaron a ensayar lo que tenía que decir. En la prefectura se quedaron impresionados por el excelente francés (producto de horas de preparación) y además me dijeron que era la primera vez que alguien se quejaba por los cursos, que en general siempre funcionaban muy bien, pero que iban a estudiar mi caso y que me llamarían en una semana para decirme el paso a seguir. Yo propuse volver (porque, pensé, entender por teléfono y sin ensayo previo me iba a ser muy difícil). Ellos no aceptaron que volviera y una semana después sonó el teléfono para decirme que no debía volver al curso de francés pero que debía comprometerme a seguir estudiando. Yo dije que sí que me comprometía y di las gracias. Hubiera querido decir muchas cosas más pero, en realidad había sido un milagro entender lo que me decían, así que lo mejor fue sólo decir gracias y colgar.

martes, 31 de agosto de 2010

Las 10 cosas que me llaman la atención de París

Hoy leí en un blog las 10 cosas que hay que conocer de New York o algo así y me dije pues hay que ponerse en la tarea de saber cuáles son esas diez cosas que, para mí, caracterizan París. Espero que los que conocen la ciudad encuentren puntos en común y sobre todo que me ayuden a enriquecer la lista.

1. Los parisinos sólo quieren hablar francés, incluso si hablan otros idiomas. Si uno se acerca a un francés en París y le pregunta en inglés por una dirección lo más probable es que responda, con cara de pocos amigos, que no sabe. Pero en cambio si la pregunta es en francés, le van a responder en inglés. Lo primero como una forma de decir que si está en Francia debe hablar francés y lo segundo para mostrarle que el francés en el que usted preguntó no es lo suficientemente bueno.

2. Muchas mujeres lucen con el pelo sucio y despeinado y los señores con un aire desarreglado y sin afeitar. Dicen los que saben de moda que esto es medido y que para lucir así cada parisino gasta un tiempo importante produciendo su estilo. Para mí es simplemente falta de baño en la mañana (tal vez me equivoco, pero no lo creo).

3. En el verano los olores en el metro, en los buses, en las calles son inaguantables. Es un fuerte olor a mugre revuleto con sudor.

4. Los espacios en los restaurantes son tan pequeños que donde normalmente cabría una mesa, ellos acomodan dos, hay que aprender a moverse en los reducidos espacios. Eso es lo que muchos denominan el aire chic de los restaurantes en París

5. En los restaurantes no se da propina a los meseros, lo que trae como consecuencia que ellos no hagan ningún esfuerzo por dar el mejor servicio. Hacen su trabajo porque les toca: así que si están de mal genio lo muestran y si por alguna extraña razón es buen genio lo que hay, también lo muestran.

6. Hay que ser muy formales al hablar con un francés, siempre excusarse por molestar, pedir el favor... Si por alguna extraña razón uno no empieza la frase excusándose y termina pidiendo el favor, le van a dar una no muy amable lección de buenos modales, recordándole la frase que olvido decir en la construcción.

7. La comida es de lo mejor, incluso en los restaurantes simples (ojalá lejos de las áreas turísticas), se puede comer muy bien y por precios razonables (entre 15 y 20 euros por un menú que incluye entrada y plato o plato y postre; a veces pueden ser los tres).

8. La ciudad es linda por donde se le mire, sus edificios tienen tanta historia que con la primera mirada, siempre hay ganas de seguir indagando para llegar al final de por qué la forma, la imponencia, la belleza.

9. Uno de los mejores planes es sentarse en "terraza" o sea en las mesas que están puestas en el andén afuera de los cáfés o restaurantes a ver pasar la gente y por qué no imaginar las nacionalidades, las conversaciones...

10. El mejor mes para visitar París es agosto, porque es cuando todos los parisinos se van a visitar otros lugares. Entonces se respira tranquilidad y un poco más de amabilidad. Lo único a tener en cuenta es que muchos sitios cierran (como los consultorios médicos, algunos almacenes, restaurantes). Igual con lo que hay abierto es suficiente para disfrutar del mejor mes del año en París.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Comer, rezar y amar...

La semana pasada terminé de leer este libro de la norte americana Elizabeth Gilbert y la verdad fue que me gustó. Empecé a leerlo un viernes y sólo pare de leer tres días después, cuando terminé. Podríamos decir que esto hubiera podido causarme una indigestión literaria, pero nada paso porque es una escritura simple y ligera, se trata sólo de la historia de una parte de la vida de la autora que hoy es conocida en el mundo entero. Ella cuenta sus descubrimientos durante un año dedicado a reencontrarse consigo misma. Me divirtieron mucho la primera y la última parte, porque son las de comer que me encanta y la de amar que me interesa.

Antes de empezar a leer este texto, quien me lo recomendó me dijo que era el tipo de búsqueda que cualquier mujer puede hacer luego de un momento duro de su vida, en el caso del libro, después de un divorcio doloroso del que Elizabeth tuvo pérdidas de todos los estilos.

La autora empieza su magnífico viaje en Roma en donde mientras conoce la ciudad y las personas se dedica a comer, disfrutando cada alimento. Me acordé un poco del libro mexicano como agua para chocolate, sin ser iguales hablan con pasión de la comida y eso me gusta. La segunda parte la vive en India en donde aprende a meditar, a estar en silencio, a dejar de lado el dolor y en la tercer parte viaja a Balí en donde conoce la posibilidad de amar y de ser amada en un momento de su vida en el que está completa, en el que sólo necesita de ella misma para ser y es entonces cuando sale al mundo y encuentra el amor, la pasión, el disfrutar.

Recomiendo este libro para quienes pueden viajar por el mundo a reencontrarse y también para quienes como yo buscan historias que inspiren sin necesidad de moverse del sofá de su propia casa. Me gusta la obra porque es simple, porque es auténtica, porque es humana y porque la escribe una mujer que como muchas y me incluyo sentimos que dentro de nosotras hay aún muchos espacios por explorar.

martes, 24 de agosto de 2010

Un blog personal

Me acuerdo de hace algunos meses cuando decidí empezar a escribir en este blog gracias a un amigo de mi esposo que me dijo: deberías aprovechar que ahora no trabajas para crear un blog y contar tus experiencias en París, recomendar restaurantes, galerías, sitios interesantes. A mi me pareció una excelente idea y al siguiente día, aún sin haber pensado en el nombre, hice contactos con una pequeña galería para entrevistar a los artistas.  Pensé que podría enfocar este blog por el lado del arte.  Luego, por alguna extraña razón empecé a escribir sobre mis experiencias personales y para mí estuvo bien, tan bien, que un día intenté recomendar restaurantes y esa entrada la borré poque no me sentí cómoda hablando de restaurantes en un espacio en el que quería compartir algo de mis búsquedas y experiencias.

Hoy, he publicado más de 25 entradas y el ejercicio de hacerlos ha sido intersante por multiples motivos, el primero porque es un espacio para desahogarme, para compartir, para contar mi historia, para aclarar mi mente... Es un ejericio que me encanta porque varias veces a la semana me siento frente a una página en blanco y empiezo a llenar las líneas, empiezo a corregir, a cambiar. Cada día siento que aprendo a escribir un poco mejor y eso para alguien que como yo sueña con ser una buena escritora es la mejor experiencia que se puede obtener de un blog.  Aquí me siento obligada a leer y releer...

Un blog es un gran espacio de construcción, de reconstrucción, de descubrimiento. Desde aquí estoy construyendo mi futuro, que espero un día antes de mis 80 sea como escritora; estoy reconstruyendo mi vida llena de preguntas, de disyuntivas, de caos, de cambios, de miedos y también me estoy descubriendo en nuevas facetas que me sorprenden.

lunes, 23 de agosto de 2010

En la vida se aprende a caminar, caminado

Cada día me preguntó qué hago aquí, qué hago ahora, por qué me pasa esto, por qué soy así, por qué los otros son como son, por qué llueve cuando acabo de cepillar mi pelo, porque hace sol cuando quiero sentir frío. Por qué perdí el tren, por qué no oí el teléfono, por qué personas que amo han muerto, por qué estoy lejos, por qué si, por qué no... Pero por supuesto también de las preguntas paso a afirmaciones como la de: estoy segura que si pesara cinco kilos menos sería mejor, si me hubiera levantado más temprano, si no tuviera acento cuando hablo, si me hubiera ido más tarde, si hubiera dicho que no, si hubiera empezado por la mitad, si me hubiera esforzado más, si me hubiera peinado así.

Paso tanto tiempo entre preguntas que no se contestar  y entre hipótesis absurdas sobre lo que sería mi vida, que pierdo mi presente contándome historias que tal vez no suceden y tal vez no sucederán. Entonces, el resultado para mí es que no disfruto del presente porque estoy haciéndome preguntas sobre el pasado y pensando en que todo podría ser diferente si esto o aquello.

Si sólo pudiera como los yoguis disfrutar en el momento, pensar sólo en lo que estoy haciendo, en el ahora, que es lo único con lo que cuento. Sólo quiero disfrutar de mi aprendizaje caminado por la vida tranquilamente viendo y sintiendo como mis pies se posan en la tierra a cada paso y como puedo mirar a mi alrededor, oir cada ruido, disfrutar de cada ser.  Hoy sólo quiero aprender a caminar caminando, sin hacerme preguntas, sin buscar respuestas, sin querer cambiar el ayer. Sólo quiero caminar y conjugar mis verbos en presente.

jueves, 19 de agosto de 2010

Gracias!!!

Gracias a quienes siguen mi blog, a quienes me escriben mensajes para decirme que lo leen y les gusta, a quienes me dejan comentarios, a quienes me inspiran. Gracias, gracias, gracias...

Para mí esto de tener un blog tan personal se está volviendo parte de mi vida, siempre espero tener el espacio y el tiempo para poder escribir. Como dije un día es un espacio que me permite relajarme, aprender a escribir y en últimas a conocerme mejor. 

Es un blog que me hace feliz.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Escojo la opción de la comunicación

Soy comunicadora por convicción, vocación y formación. Creo que empecé a hablar antes del tiempo para anunciar cuál iba a ser mi futuro. Mi vida siempre ha girado en torno a la comunicación y a encontrar el equilibrio en esta área. He pasado por épocas en las que me comunico mucho, lo digo todo. Si me preguntan cómo estoy no sólo contesto bien gracias, sino que hago toda la lista de la verdadera forma en la que me siento, lo que va bien, lo que va mal. Hago una descripción completa de cómo estoy. Me gusta esta nueva forma de comunicarme, que me recuerda mi pasado de timidez, de hablar poco, de no contar mucho, de jamás quejarme (creo que a mi esposo le gustaría esa anterior versión). Ahora en cambio, casi siempre, digo lo que me gusta y me tomo tiempo en describirlo, pero también digo lo que no me gusta y a veces lo repito y busco la forma de cambiarlo, lo que hace que me quede por mucho tiempo hablando conmigo, con los otros, con ustedes sobre lo que me gusta y también sobre lo que no me gusta.

Me gusta comunicarme, pero no siempre es fácil hacerlo, porque por una extraña razón, hay días en los que me cuesta hablar con la gente, me cuesta preguntar. Sobre todo cuando debo hacerlo en otro idioma, en un idioma en el que debo buscar las palabras y en el que escucho comentarios sobre el acento (que si es fuerte, que si es suave, que si habla bien, que si habla mal). Me cuesta comunicarme cuando luego de una entrada que he pensado antes de hacer una llamada teléfónica, del otro lado escucho el ensordecedor silencio de mi receptor y entonces no sé si me entendió o no, e inmediatamente me pongo en la tarea de reconstruir la frase, de decir todo de una nueva forma. En ese momento la inseguridad se apodera de mí y el resultado es que sabiendo lo que quiero decir y con millones de ganas de decirlo, sólo puedo responder gracias por la información. Los momentos más duros son cuando dos veces me responden lo mismo, como si en la primera yo no hubiera entendido. Y entonces me digo pero el que no ha entendido es él, porque yo entiendo desde la primera, si quisiera una repetición hubiese pedido una repetición. A veces comunicarme con los otros, con esos otros que tienen miedo a oír un acento diferente cuando se habla su lengua, se me convierte en toda una labor en la que debo recordar que soy comunicadora por convicción, vocación y formación.

martes, 17 de agosto de 2010

¿Qué hace un matrimonio feliz?

Hoy una amiga me dijo que alguien le había preguntado hacía poco que cuál era el secreto de un matrimonio feliz y duradero.  Y ella contesto: "Que yo vivo en Bogotá y mi esposo en París" y por supuesto después de esto sonrió.  Yo muchas veces me he hecho la misma pregunta, porque debo confesar que estos cuatro años de matrimonio, no han sido fáciles y en muchas ocasiones he querido salir huyendo. De hecho varias veces me he ido a pensar con calma, lejos de mi esposo.  De los cuatro años, uno y medio he estado como mi amiga: Yo en Bogotá y mi esposo en París. Pero no, no creo que ese sea el secreto. Creo que si existiera, ya habría alguien que nos lo hubiera vendido, o escrito, o untado, o contado.

El asunto es que sí creo que hay unos puntos básicos que es bueno tener en cuenta antes de casarse, y son los mismos que nos dicen las abuelas y las mamás, pero a los que no ponemos atención porque estamos demasiado ocupados con los preparativos del matrimonio.  Lo primero es conocer la familia de la pareja, de allí depende mucho, porque si viene de una familia sin amor, probablemente ese es el tipo de familia que a la larga va a construir. Hay que ver muy bien cómo es la comunicación de nuestro ser amado con su familia, cuánto amor y respeto hay, porque a la larga esa será la forma en la que nos va a tratar a cada uno de nosotros.

Luego está el hecho de ver para cada uno cuál es el significado de generosidad y de compartir. Porque para muchos compartir es fácil cuando hay ganancias, pero cuando no las hay. Cuando sólo uno de los dos trabaja y el otro empieza a depender, entonces el sentido de la generosidad puede cambiar.

Y por supuesto lo más importante es saber qué significa el amor: si es un sentimiento real, una formalidad social (es mejor estar casado que soltero, para algunos), una forma de compartir los gastos o comprar una casa más grande, una manera de huir de casa... Hay que ver bien, qué significa amor en la pareja.

Así que lo más importante es hablar, escuchar, ver con los ojos, el corazón y la razón.

jueves, 12 de agosto de 2010

Egipto, un viaje de limpieza espiritual

La semana pasada finalmente viaje a Egipto (era mi sueño desde hacía más de cinco años y se llegó el día), como había contado perdimos la reservación en un crucero de cinco estrellas por estar esperando mi visa y finalmente compramos uno de cuatro estrellas por el que pagamos más. En fin, salimos felices de París a Louxor. Allí llegamos a las 4 de la mañana y nuestro guía nos esperaba para llevarnos al barco. Desde el principio el guía dijo que íbamos a pasar a través de tres cruceros cinco estrellas y que luego veríamos nuestro barco y sonrío. Efectivamente pasamos por tres recepciones bastante lujosas para luego llegar al Ambassador II. No había mucha luz y el piso no brillaba como en los otros barcos, además el espacio era reducido, igual eran las 4 de la mañana y no había mucha energía, ni ánimos para mirar. El segundo día en Louxor empezamos las visitas en un orden diferente al estipulado porque el motor del barco no funcionaba. Así que la visita empezó por el templo de Kom-Ombo con toda la magnificencia que muestra el poder y la pujanza de otras épocas. Lo único un poco incomodo son las docenas de egipcios que se acercan para pedir un euro. Si quieres una foto: un euro, si te muestran algo interesante un euro, si los miras un euro, si caminas un euro... Así continuamos conociendo magníficos monumentos y el tercer día, finalmente, el barco arrancó y visitamos Esna, Edfou, Assouan. De este último lugar partimos a Abou Simbel un lugar maravilloso, hay que levantarse a las 2 de la mañana para hacer cuatro horas de ruta a la ida y cuatro al regreso y descubrir un maravilloso amanecer y por supuesto el templo de Ramses II y el de su esposa preferida Nefertari. En la tarde conocimos un pequeño pueblo típico, allí montamos en dromedario (el mío fue tan rápido, que nadie tuvo tiempo de tomarme una foto), luego nos bañamos en el Nilo, una experiencia inolvidable. Además como de las 25 o 30 horas planeadas de navegación hicimos el doble debido a los problemas del barco, pues conocimos gente muy interesante. Hasta conseguí trabajo como cajera de supermercado, pero eso será otra historia. En definitiva recomiendo los monumentos, nuestro guía Bo-Bo fue maravilloso y el barco… espero que graben el nombre (Ambassador II), para que nunca acepten viajar en él, o mejor nunca compren productos en lastminute.com porque a ellos no les interesan los clientes, sólo el dinero. Eso se ve en que estuvimos en un barco donde la mayoría tuvimos que cambiar de cabina porque no funcionaba el baño, o la ducha, o no había agua (dependía de cada caso).  Además en la parte de arriba no podíamos estar mucho porque el humo del barco no nos dejaba respirar. Lo único que funcionaba bien era la comida, que estuvo rica y por supuesto los empleados del barco siempre muy amables.

viernes, 30 de julio de 2010

La Virgen de la Medalla Milagrosa en París

Cada vez que voy donde la Virgen de la Medalla Milagrosa, me quedo sorprendida de la cantidad de personas que cada día van a esta Capilla, se puede ver mucha piedad desde la entrada. Siempre hay gente de diferentes países, misas en diferentes idiomas. Una que otra vez he llegado justo a tiempo para la misa en Español.  Es una Iglesía que me gusta primero obviamente porque está la Virgen que es blanca, hermosa, maravillosa; siempre tiene sus manos dispuestas a dar a todo el que se ponga de rodillas frente a Ella. También me gusta el hecho de que todo el tiempo hay actividades: La misa, el rosario, los cantos, las oraciones.  Realmente se ve la actividad. Y sobre todo me gusta ver a gente piadosa que está allí porque de verdad cree, porque de verdad se toma el tiempo para pedirle a la Virgen.

Para mi es un sitio lleno de magia y de Amor... Las monjitas siempre vestidas de azul están cantando, o bendiciendo las medallas. Siempre ocupadas hablando todas las lenguas.  Un día me encontré una colombiana, la Madre Laura: joven y sonriente como la mayoría de las que están allí.

De verdad recomiendo este sitio. Queda en Rue du Bac, al lado de la estación Sevres-Babylone.

jueves, 29 de julio de 2010

Una zanahoria, un huevo, unos granos de café

Hoy tuve la oportunidad de leer uno de esos mensajes en cadena que los amigos mandan por correo electrónico. A la mayoría no les pongo mucha atención pero a este si. Se trata de una jovencita que está triste por la forma en la que la trata la vida. Entonces, el padre que es cocinero la lleva a la cocina y pone tres ollas con agua a hervir. En la primera echa dos zanahorias; en la segunda echa huevos y en la tercera los granos de café molidos.  Los deja 20 minutos... Y luego dice a su hija saca la zanahoria y tócala y la hija dice se deshace, ahora los huevos, ella dice están duros y finalmente prueba el café y lo disfruta mientras su padre le dice no seas como la zanahoria que mientras vive se vuelve blanda y no resiste lo que cada día trae, tampoco como el huevo que aunque en apariencia sigue igual adentro se vuelve duro e inflexible con el tiempo.  Se mejor como el café que transforma las circunstancias, se adapta, se reconvierte y siempre puedes disfrutarlo. Se simple, fuerte, con sabor, empeño, ganas y sobre todo se feliz, que tu vida tenga aroma para tí y para los otros...

Esta historia me gusta porque me sentí identificada con la parte del huevo que con el tiempo se va endureciendo y es justo así como me siento.  Me entristece saber que cada vez siento menos el dolor de los otros, cada vez el compartir se hace más difícil y lo peor es que cada vez acepto a más personas egoístas en mi vida.  Por eso, desde ahora empiezo a buscar la forma de sentirme como el café y sobre todo de conservar mi corazón dulce y generoso para que allí tengan refugio los que quieran encontralo.

miércoles, 28 de julio de 2010

No me siento parte de esta parte

Tengo miedo de perderme en este lado del mundo en donde no se qué es lo importante, las familias sólo se encuentran en navidad y luego de tres días se empiezan a ver las caras de incomodidad; donde los amigos nunca invitan ni una coca-cola, cada quien paga lo suyo y nunca comparten nada; nadie pregunta por la vida íntima para no molestar y entonces las conversaciones terminan siendo vacías y superficiales, demasiado educadas, frías y distantes; nadie se toca para respetar el espacio; nadie ayuda porque cada quien tiene lo que merece; nadie para a socorrer al otro porque se le puede convertir en un problema y al final todo el mundo está corriendo solo, sin mirar a ningún lado, sin tiempo para nada diferente a trabajar, con dinero en el banco y amigos que están siempre y cuando también tengan con que pagar.

Me asusta que sólo encaje sí no preguntó, si no me involucro, si no hago parte; si sonrío en silencio, si pago mi comida, si me visto de oscuro para no llamar la atención. Me asusta porque cada día me siento más lejos de mi mundo que es mi gente y también de esta gente que no siento mía, ni cercana, ni propia, ni parte. Creo que ese es el secreto del desarrollo estar solo y preocuparse únicamente por llegar a la cima, no importa cómo, ni con quien. Mientras menos gente haya al lado menos pesado será el camino, ¿pero si el camino es más ligero acaso por ello es más interesante?

Quiero a mi gente que comparte todo, que se toca, que se mira, que se disfruta, que pregunta, que visita, que llama, que está con la familia, que habla mi idioma, que entiende mi lógica porque es la suya, que hace ruido, que tiene ritmo, que se siente parte, que invita, que comparte...

Un viaje, una visa

Ser colombiano es maravilloso por muchas razones, la primera es que somos gente honesta, luchadora, trabajadora y echada para adelante. Eso es lo que somos el 99% de los que compartimos esta nacionalidad. Sin embargo, hay un tema con el que sufrimos todo el tiempo y son las visas. Necesitamos visa para ir a casi todas partes del mundo y aún con la visa en las filas de inmigración, cuando llegamos donde el guardia siempre nos miran con sospecha. Yo me acuerdo de una vez entrando a Venecia donde pasaron todos los de la fila del lado y además los que estaban detrás de mí y el guardia seguía mirando mi pasaporte y luego mirándome a mí, al ver como pasaba el tiempo y la gente me decidí a preguntarle si tenía algún problema y la respuesta fue un simple: no, ninguno. Esto después de más de 30 minutos. O la vez que para ir a Praga yo llevaba mi pasaporte en la mano y antes de subirme al avión un guardia me preguntó: Colombiana y yo dije con una sonrisa enorme: Sí. Y me llamó a un lado para preguntarme por qué del viaje. Y lo peor es que una amiga que viajaba conmigo se devolvió para preguntarme si todo estaba bien y cuando supieron que era colombiana también le hicieron preguntas. Finalmente, tomamos el avión a tiempo. Pero nunca falta el momentico estresante.


Hoy lo que me pasó fue más increíble, porque fuí al Consulado de Egipto donde las visas se demoran 20 días, yo expliqué que la necesitaba para el viernes (hoy es miércoles) y aceptaron dármela. Sólo que cuando llamé a la agencia de viajes ya se habían cansado de esperarme a que hiciera todas las vueltas y vendieron los tíquetes. Así que a veces incluso puede pasar que por tomar todas las precauciones y nunca pagar un viaje sin la visa antes, nos quedemos listos o tenemos que pagar más por comprar en el último momento.

jueves, 17 de junio de 2010

Conseguí trabajo en la radio

En uno de mis viajes a Colombia, un día en el que no tenía mucho que hacer decidí buscar la dirección de correo electrónico de Julio Sánchez Cristo y pedirle que me contratara como corresponsal en París. Escribí un mensaje de tres líneas, la verdad lo hice sin muchas esperanzas puestas en el asunto. Sin embargo, a los tres días recibí una respuesta: Aliste un informe, la pruebo mañana a las 6:00 a.m. Yo me puse feliz, lo único era que estaba en Colombia. Entonces, escribí un email de vuelta explicando que estaba en Bogotá y que a París volvería en un mes. La respuesta fue que me comunicara con el jefe de redacción y cuadrara algo. Slodovan como se llama el jefe de redacción me llamó y quedamos que en cuanto estuviera en París me comunicara con ellos. Finalmente, se decidió que la prueba la hiciera para la W fin de semana. Se llegó el día y yo estaba en un paseo en una ciudad a 4 horas de París, me preparé leyendo toda la prensa disponible, escribiendo notas largas... Cuando me llamaron estaba muy nerviosa, la voz me temblaba, el aire no llegaba a mis pulmones. Imagino que todo esto se sentía del otro lado de la línea y para rematar la llamada se cortó porque la señal no era muy buena.

Así que volví a llamar y el director del programa de forma muy amable me dijo estuviste bien, pero tienes que respirar mejor, las notas muy largas, tu demasiado formal... Me sentía como el primer día que había trabajado en radio muchos años atrás. Igual me dijo que me llamaban el siguiente fin de semana. Ese día estaba en mi casa y las cosas fueron un poco mejor, no mucho, pero si un poco. Entonces, me dijeron que me volverían a llamar. La tercera vez fue la vencida lo hice mejor, respiré bien, estaba tranquila, las noticias eran de la dimensión correcta. Ese día me sentí orgullosa de mi participación y ese día también me dijeron que había mejorado mucho, que había estado muy bien pero que no necesitaban mis servicios, que muchas gracias por el interés. Así que mi alegría de trabajar en la W y al lado de uno de mis periodistas favoritos se perdió por exceso de nervios y falta de seguridad.

miércoles, 16 de junio de 2010

Conociendo a Umberto Eco

Hace tiempo empecé a leer el nombre de la rosa y me gustó pero por alguna extraña razón nunca lo terminé.  Entonces, unos meses atras volví a empezar mi lectura y aunque no de forma muy rápida se que esta vez sí voy a terminar. La verdad es que compré otra vez el libro porque un día una amiga me llamó para invitarme a acompañarla a la Sorbona a la entrega de unos grados Honoris Causa, allí entre otros estarían homenajeados un colombiano, el rector de la Universidad Externado de Colombia: Fernando Hinestrosa y Umberto Eco. Yo me sentí emocionada porque durante mi infancia siempre vi los libros de Eco en la biblioteca de mi papá, en nuestra biblioteca en la que había libros, libros y más libros. Además a mi papá siempre le gustó este autor de quien yo siempre pensé que estaba muerto. Entonces, con la alegría de saber que estaba vivo y que podría verlo de cerca, acepté ir al salón de reuniones de la Sorbona en la rue des Ecoles. Por supuesto, confirmé la asistencia y pregunté cómo había que ir vestido, la respuesta fue que cualquier cosa menos jeans. Como así que en la meca de la moda advierten no ir de jeans a una ceremonia de este tipo y la respuesta es que ver a alguien bien vestido en París es como encontrar una joya tirada en mitad de la calle. Tal vez el hecho de ser la ciudad más visitada por los turistas, hace que los códigos de la moda sean cada día más flexibles.

Retomando, me puse mi vestido negro de cóctel y me fui a este evento que me tenía emocionada, por supuesto antes de esto hubo una parada obligada en una librería para comprar el nombre de la rosa, porque había que pedirle el autógrafo al autor. Desde la llegada tanto mi amiga como yo estábamos felices de saber que íbamos a tener nuestro libro autografiado, para eso debimos oír los discursos de los 10 doctorandos, bueno hicimos alguna trampa y nos fuimos a tomar un café mientras algunos de ellos hablaban. Eco fue el más cómico, habló de su edad, de lo que significa ser profesor emérito, que para él no es otra cosa que una jubilación elegante. Habló de París y de su primer viaje mucho tiempo atrás... En 10 minutos hizo reir y rió. Yo pensé que en su vida privada debía ser el más amable del mundo. Sin embargo, en el cóctel después del evento académico y cuando él estaba más preocupado por partir para tomar whisky que por firmar los libros del grupo que estaba a su alrededor, me di cuenta que había poca amabilidad o interés. De hecho sólo firmaba de forma fría, sin mirar a nadie y repetía que quería su whisky. Eso sí, debo decir que estoy disfrutando de mi lectura y como comunicadora me siento feliz de haber conocido a este filósofo que desde los 70 acercó la semiología y la comunicación.

martes, 15 de junio de 2010

Un día en la prefectura

Desde que llegué a París debo ir cada tres meses a la prefectura. En teoría debería ser cada año, pero en mi caso y tal vez porque al que no quiere caldo se le dan dos tasas debo ir cuatro veces al año. Yo estoy casada con un francés y por eso debería ser fácil tener el permiso de residencia. La realidad es otra porque siempre debo estar presentando papeles, visitando la prefectura, haciendo filas de cinco horas... Lo peor es que allí hay tres ventanillas en las que me pueden atender y por mucho tiempo siempre me tocó la misma mujer antipática y frustrada a la que se le veía que no le gustaba su trabajo. Siempre la misma, sólo el día que decidí que no me importaba quién me atendiera las cosas cambiaron y empezaron a atenderme otras personas amables y sonrientes. Pero igual  tengo en mi memoria el hecho de tener que llegar a las 8 de la mañana, una hora antes de la apertura para estar entre las primeras en ser atendidas. En la entrada me dan un tiquete con el turno que me corresponde y luego debo esperar entre cuatro y cinco horas. Siempre hay más de 100 personas con caras de estrés y de pocos amigos en esas filas. Entre las personas que he conocido me acuerdo de unos colombianos que llevaban aquí más de 15 años y lo único que me dijeron fue: "Váyase de Francia, si tiene oportunidades en su país no se quede aquí. Nosotros nos quedamos porque en Colombia ya no tenemos nada". Siempre me acuerdo de ellos porque hablaban de lo dura que había sido la vida aquí, de cuando eran indocumentados, de todos los trabajos que habían tenido que hacer. Lo increíble es que seguían aquí, que no se iban, eso nunca lo entendí. Otro día conocí a una mujer que había tenido hijos para tener la ciudadanía y ahora se sentía agobiada, sola, el papá de sus hijos la había dejado sin dinero, sin apoyo y ella no quería denunciarlo para no dañar su hoja de vida frente al gobierno francés. Cada vez que debo ir a la prefectura salgo triste porque las historias siempre son duras y crudas. Me parece doloroso que las personas de los países más pobres vengan aquí a ser maltratadas, a sufrir, a estar lejos... Yo sólo me quejo porque siempre me toca con la señora rubia que no quiere su trabajo y porque me duele lo que les pasa a los otros. Siempre por horas me pregunto: ¿por qué se quedan, por qué me quedo, por qué nos quedamos?

lunes, 14 de junio de 2010

Estrés nooooooooooooo

Hace dos años mientras visitaba el sur de Francia tuve un pre infarto. La sensación fue bien particular porque por alguna extraña razón mientras sentía presión en el pecho, estaba segura que me estaba pasando algo grave en el corazón. Luego cuando tuve dolor en el brazo izquierdo tuve un ataque de pánico y luego de que todo pasó y de que le pedí a Dios que me salvara la vida, todo quedó tranquilo. Luego me dije que debía ir al hospital y así fue. Llegué a urgencias y yo estaba sonriendo y caminando, por lo que pensé que no iban a atenderme, pero para sorpresa mía me atendieron, me hicieron los exámenes y me dejaron hospitalizada. Los médicos iban y venían y me decían que no era normal lo que me pasaba porque era mujer y demasiado joven para tener un problema en el corazón. Yo que al principio estaba tranquila empecé a preocuparme cuando me trasladaron a un hospital más grande y todo se hizo en un carro ambulancia, porque no podía hacerlo (según ellos) por mis propios medios. Así que me llevaron al hospital más grande y allí me hicieron un cateterismo, yo fui la primera, por mi desplazaron a gente mayor y enferma. En esos momentos empecé a pensar que iba a pasar muchos días en la clínica. Pero finalmente, no encontraron nada, los médicos me dijeron que no sabían lo que había pasado y que todo era estrés, así de simple y de complejo. Entonces luego de tres días de hospital, sabía que tenía dos opciones: o me quitaba el motivo del estrés o probablemente la siguiente vez no tendría tanta suerte y podría hasta morir del corazón...

sábado, 12 de junio de 2010

Que viva España ;)

Esta semana estuve de visita en Madrid, antes nunca había querido ir porque siempre pensé que era una ciudad horrible, desorganizada, llena de gente antipática, en donde las personas de América Latina éramos insultadas desde la llegada hasta la partida. El resultado de la visita fue otro bien diferente. De hecho Madrid es una ciudad preciosa, súper organizada, con unos de los metros más limpios que he visto y la gente es realmente amable. Cada vez que necesite pedir una dirección, o fui a un restaurante, o compré algo sólo encontré gente amable, sonriente y alegre. Lo que aprendí de este viaje es que siempre hay que conocer para poder juzgar. Pues ahora sólo puedo decir que quedé con ganas de volver. Disfruté mucho de la visita a la plaza mayor, de caminar por la gran vía, de ver la catedral, el palacio, la plaza de España, Cibeles, el corte inglés... También conocí Toledo a 30 minutos de Madrid y allí descubrí que las judías con chorizo son los mejores fríjoles que me he comido en la vida y que una perdiz te la sirven por un precio muy módico. Por supuesto también disfruté de los trabajos al estilo damasquino y de sus artesanos que tallan las joyas con una concentración a prueba de todo. Así que recomiendo Madrid y recomiendo Toledo. Se vive bien, se come muy bien, la vida es barata y los de América Latina hablan con acento más español que los mismo españoles!!!

lunes, 7 de junio de 2010

Aprendiendo francés

Me acuerdo que antes de llegar a Francia siempre pensé que podía aprender francés en 3 ó máximo 6 meses. Siempre me dije que por tener la misma raíz que el español debería ser un idioma fácil. La realidad es que llegué a la Sorbona, al primer nivel de lengua y civilización francesa y me pusieron en debutante, debutante, debutante. Desde el primer día quede absolutamente perdida y por varios meses las cosas no cambiaron. De hecho el idioma para comunicarme con mis compañeros de clase siempre fue inglés, porque en francés construir una frase era toda una labor bastante lejana para nosotros. Así pasaron los meses y yo seguía con problemas con el verbo être y avoir y cuando se usan como auxiliares, pero lo peor de eso es que como sabía escribir no podía hablar. Cuando trataba de comunicarme con alguien no me entendían, pienso que oían como el ruido que hay en la madrugada cuando se acaba la programación.

Tres semestres de clases y las cosas no cambiaban. Así que me sentía frustrada y triste, porque no podía comunicarme, ni conseguir un trabajo. Me sentía tan triste que debí volver a Colombia. Me fui por un año para poder trabajar en mi idioma, para poder comunicarme, para poder sentirme útil, inteligente y productiva. Y un día sintiéndome bien en mi piel, empecé a hablar en francés. Entonces, volví y todo el mundo me entendía y todo el mundo me miraba con amabilidad y empecé a encontrar opciones y a ver la ciudad y la gente con otros ojos. Eso si, como aprendí a hablar olvidé como se escribe (porque se escribe de una forma distinta a la que se pronuncia) y ahora debo recuperar lo que en algún archivo de mi cerebro existe sobre gramática francesa. La diferencia es que esta vez no me siento estresada, no me siento sin ganas de seguir. Por el contrario mientras más me entienden, más quiero hablar y mientras más quiero hablar, mejor quiero hacerlo.

Para los que vengan a estudiar francés a la Sorbona, les aconsejo no venir en verano ya que en esa época los buenos profesores, están de vacaciones y ponen casi a cualquiera a reemplazarlos, el resultado son profesores inexpertos, clases de muy mala calidad y poco avance en la lengua. Yo en un verano tuve como profesora a una española con acento español y ningún conocimiento de pedagogía o gramática francesa (creo que con eso se dice todo de la calidad de las clases en verano). También es importante que antes de venir para poder tener la visa de estudiante vayan a la alianza francesa para tener toda la información y para hacer 150 horas que se deben estudiar en el país de origen (eso toma tres meses más o menos).

viernes, 4 de junio de 2010

París, París, París...

Lo pirmero que debo decir es que me gusta esta ciudad, París es una ciudad magnífica con sus edificios haussmanianos o art deco... construidos para que la torre Eiffel siga dominando el paisaje y para que podamos verla desde los diferentes barrios alrededor. Incluso desde mi casa que es en las afueras de París puedo ver la torre que para mi luce como la filigrana de Mompox. Además están los museos: como el Louvre que aunque lo he visitado muchas veces, nunca termino de conocer y siempre me pierdo en sus largos pasillos y en sus salones que se conectan como laberintos unos a otros. También está el museo de Orsay que disfruto porque hay obras de mi pintor favorito, el impresionista Vincent Van Gogh. También me gusta ir a Quai Branly con sus muestras de arte africano, asiático, o de las américas. Hay museos para todos los gustos, para todos los tiempos. Siempre pienso que la ciudad es un museo, porque en cada barrio se pueden encontrar pequeñas galerías o esculturas, o incluso gente que te hace pensar que recorres otro Macondo, un poco más edificado que el nuestro.

Luego está el rio Sena que atraviesa majestuoso toda la ciudad. Que puede haber mejor, que en un tarde soleada de primavera, sentarte frente al Sena, al lado de la Iglesia de Notre Dame para abrir una botella de vino, sacar un buen libro y ponerte a leer. Y al pensar en leer están: Víctor Hugo con sus historias crudas, mi preferida son los miserables. O el extranjero de Camus y su existencialismo; O Candide de Voltaire que tuvo que viajar por el mundo entero para finalmente descubrir que el secreto está en cuidar su jardín... Cuando se visita París se puede entender por qué todos los artistas del S. XIX y principios del XX venían a esta ciudad. Venían por lo bella y también por lo dura. El esposo de una amiga dice que París es como una mujer hermosa que al saberlo es dura, lejana y te hace sufrir.

Pero además de sus sitios maravillosos, están sus restaurantes en donde por una cantidad razonable se come muy bien, por 15 euros puedes tener una entrada, plato y postre. Todo de la mejor calidad, eso si servido por los meseros parisinos que como nunca reciben propinas (porque en París no se da propina), el servicio es casi siempre muy malo. Es como si siempre hicieran un trabajo que no les gusta. Claro que a veces uno se puede encontrar con que están en su buen día y entonces sacan a relucir todo su charme y uno se siente como si lo atendiera el mejor mesero del mundo (debo aclarar que eso pasa pocas veces).

Y que decir de los quesos, se dice que tiene un tipo de queso para cada día y por eso siempre en las comidas para finalizar hay quesos y pan... Así el tiempo de la cena se vuelve eterno, porque entre platos que vienen y van, el queso que comes y el vino pues hay horas y horas. Me acuerdo que al principio no entendía cómo podían pasar tanto tiempo en la mesa y ahora es algo que disfruto y que seguramente voy a extrañar cuando me vaya.

Deje para el final una de mis partes preferidas que son las panaderías y las pastelerías, porque hay tantas que a veces hasta sorprende. En cada esquina de algunos barrios se puede encontrar una. Aquí hacer pan es un arte y la pastelería, toda una ciencia. Incluso hay expertos del pan, que enseñan que se sabe cuando une baguette está bien hecha por la música que produce al golpearla con los dedos (una técnica demasiado sofisticada para mi gusto), pero en un país donde comer es un arte vale la pena.

Entonces, sólo queda por decir que París sin los parisinos sería uno de los buenos lugares del mundo para vivir ;)

jueves, 3 de junio de 2010

El primer trabajo en Londres!!!

Mi prima que vive en Philadelphia fue a visitarme en Londres, yo sólo llevaba una semana y ella llegó a quedarse conmigo por un mes. Esos días nos reíamos por todo, sobre todo por mi excelente dominio del inglés. Un ejemplo, es que un día paré a alguien a preguntarle dónde era el Palacio de Buckingham y empecé: Where is, me tomé mi tiempo y repetí where are, lo miré fijamente y seguí un rato repitiendo las dos opciones… El señor se rio y me corrigió y finalmente nunca pregunté la dirección que necesitábamos. Así pasaron los días y se llegó la hora de conseguir un trabajo acorde con el nivel del idioma. Entonces pensé que como niñera, viviendo en una casa (así además de poder practicar y aprender el idioma, tendría, casa, comida y transporte). En Londres hay unas monjitas que ayudan a jóvenes que necesitan trabajo. Así que fui donde ellas y me mandaron a la entrevista, eso si me dijeron que era importante el tema del inglés, pero que de todas maneras ensayara. Yo decidí ir con mi prima que lleva muchos años viviendo en Estados Unidos y habla un inglés perfecto ¿qué tal la flor prima? Ella fue la que presentó la entrevista por mí, en un principio el futuro “patrón” no estaba muy convencido porque sin inglés iba a ser duro poder comunicarme con su hija. De todas maneras mi prima lo convenció y luego me enteré que mientras mi prima me miraba sonriente le decía: mírele la cara de inteligente en tres meses va a estar hablando y hasta cantando como un pajarito en inglés y además mire lo seria, lo dulce que se ve (no se ahorro ninguna flor, porque era urgente, ya que de las 500 libras ya quedaba poco)… Él finalmente aceptó contratarme porque ofreció un salario muy, muy bajo y mi prima aceptó porque de todas maneras ella debía pedirle permiso para poder quedarse conmigo por un mes. Yo luego siempre le decía pero por qué no le pediste que me pagara más y ella sólo respondió: porque hay van incluidos los gastos de representación y traducción, lo que quería decir vivienda y comida para ella, también, por un mes… Claro que una semana después de que mi prima se fue para Estados Unidos yo también me fui de esa casa, porque definitivamente como niñera no estaba mi futuro en Londres.

miércoles, 2 de junio de 2010

Y sonaron las campanas de la Iglesía

Escena I
Yo estaba en un pub con mis amigas y él con sus amigos (mesas diferentes, historias diferentes)
-¿Hablas español?
-Si, soy colombiana
-Que bien yo estudié español en el colegio y me gusta mucho practicar
-Que bien te felicito (Mientras tanto pensaba, que no era muy necesaria esta conversación, pero que hay que ser amables porque nunca se sabe).

Escena II
Restaurante Indio
-Yo la verdad no tomó mucho vino, pero está bien puedes pedir una botella con la comida (pensé que así me iba a ver más elegante, porque la verdad es que no tomaba nada, nada y de vinos ni idea... Sólo una vez me había tomado una botella de tequila, pero bueno eso hace parte de otra historia)
-¿Te gusta este vino?
-A lo que respondí: me encanta y además va muy bien con esta carne (hasta yo me creí que algo sabía)
Segunda copa y empecé a sentir como el calor llegaba a mis mejillas y como me ponía más y más roja. Además empecé a reirme por todo
-Me encanta que te rías tanto, es bueno estar con alguien tan alegre!
La respuesta por supuesto fue: seguir riendo...

Escena III
Una Iglesía en Bogotá
-... el matrimonio es un vínculo sagrado que dura para toda la vida y se centra en el amor, la fidelidad y la entrega
-Sí, aceptó

Escena IV
Cartagena
-Mi esposo y yo pagamos todos los gastos 50/50. Desde el primer día hicimos la división de todo
-Pero una familia se construye al 100% de cada uno, si se empieza partiendo todo no se llega a ninguna parte...

Escena IV
Aeropuerto de París CDG
-En francés: cómo es posible que los extranjeros vengan a este país y no hablen francés
-Yo en ingles: sólo quiero comprar una tarjeta para llamar por favor

martes, 1 de junio de 2010

No importa donde me haga, ella me está mirando!!!

Se llegó el día de conocer el Museo del Louvre y me dirigí rápidamente a donde ella estaba, finalmente iba a conocerla, había esperado toda mi vida, para encontrarla y ahora estaba allí a algunos minutos, estaba tan cerca que mi corazón iba más rápido, mis manos sudaban y la emoción no me dejaba pensar en otra cosa que no fuera verla por primera vez. Pasé por muchos corredores, vi muchos cuadros de autores que conocía y otros que jamás había oído nombrar. Sin embargo, nada me detenía para llegar a conocerla, para cumplir mi sueño. Me preguntaba cómo será, cuánto medirá, será fácil verla, tendrá muchos visitantes, mucha seguridad. Tantas preguntas mientras continuaba caminando por los largos pasillos, sentía la ansiedad de la primera vez, de cuando se va a conocer a alguien de quien siempre se ha oído hablar. Me acordaba como mi papá tenía siempre una foto de ella puesta en su escritorio. Una foto que siempre nos miraba y a la que mirábamos sin fallar. Pasaron los minutos y para mi fueron como horas. Hasta que finalmente llegué al lugar, había tanta gente, tanto ruido. Hasta barreras de seguridad que no me permitían pasar. De pronto un grupo de chinos empezaron a empujarme y yo no sabía qué hacer porque aún estando allí no podía verla. Por qué no podía verla, si siempre la había imaginado tan grande, tan imponente. Tuve que empezar a empujar yo también para estar cerca de ella. Como pude me abrí campo entre personas que hablaban tantos idiomas, qué era lo que decían, ahora no podía detenerme a tratar de escuchar o de entender porque ya estaba llegando al lugar. De pronto la vi y me sonreía, me sonreía tan fríamente como en la foto que mi papá tenía en su escritorio y me miraba, me miraba no importaba hacía donde yo me moviera, me miraba desde su pequeño espacio porque no era grande, pero si imponente. Yo sentía como si ella supiera algo que yo no, como si quisiera decirme algo, como si quisiera compartir su secreto… Pero justo en ese momento llegó el guardia de seguridad y me dijo: no se pueden tomar fotos a la Mona Lisa.

lunes, 31 de mayo de 2010

Retomemos la historia de Londrés!!!

Un mes después de haber llegado a Londres y de haber ampliado el vocabulario de 5 a más o menos 50 palabras , se llegó el día de salir a un Pub, cómo no hacerlo en la ciudad de los Pubs. Así que con una compañera de la escuela donde estudiaba nos arreglamos y nos fuimos a conquistar la ciudad. Llegamos y pedimos las primeras dos cervezas, en un momento nos sacaron a bailar, yo igual no entendía mucho, pero el tema era ir a bailar. Había que aceptar porque como me había enseñado mi mamá: siempre hay que salir a bailar desde el principio porque si uno dice que no, entonces luego los que tienen la intención de invitarte no lo van a hacer y uno se queda sentado toda la noche. Así que para no quedarme sentada pues acepté. De pronto el más churro de todos me dijo algo que no entendí y a los 3 minutos llegó a la mesa en la que estábamos con tres cervezas. Yo sólo sonreía: otro consejo, cuando no entiendas lo que te dicen sonríe y mucho. Yo me reía porque pensaba en lo difícil que iba a ser tener una conversación. Pero bueno, él ya había hecho una inversión en una cerveza para mí y otra para mi amiga, así que había que hacer lo posible por entenderle y tratar de responderle.

Él empezó a hablar y yo entendí cuando me preguntaba mi nombre... Entre las risas y la música y el hecho de que respondí Lili, él no se dio mucha cuenta del escaso inglés. Además mi amiga actuaba como traductora ya que ella llevaba un mes más que yo en Londres y entonces en lugar de 50 palabras sabía 100. Así que él empezó a contar sobre su vida y mi amiga me dijo que parece que está diciendo que es famoso, que como que trabaja con modelos, que se visten como con vestidos de baño de rayitas. Con el tiempo supimos que lo que había dicho era que era granjero (farmer -bastante próximo a famous) y que en su granja tenía abejitas (las de las rayitas), eso para explicar un poco. Aún así se hizo intercambio de teléfonos y hubo una segunda salida que contaré en otra entrada. Por hoy buen día y si van a Londres disfruten de los Pubs, de la cerveza y de conocer gente de todas las nacionalidades…

domingo, 30 de mayo de 2010

Los estudios y su valor en el mundo

Hoy quiero escribir sobre los estudios universitarios y su valor en el mundo. Debo decir que estoy un poco desilusionada porque yo hice 5 años de pregrado en comunicación social en la Universidad de la Sabana, luego un año de especialización en gerencia de la comunicación organizacional en la Universidad Pontificia Bolivariana y dos años de maestría en sociedad de la información y el conocimiento en la Universitat Oberta de Catalunya. Eso sumado da 8 años de estudios. Mientras que alguien que haya estudiado en Francia sólo cinco años sale con tres títulos: una licenciatura (en tres años), master I en el cuarto año y master II en el quinto año. Entonces en cinco años y con menos de 25 años de edad salen con tres títulos (dos de ellos de maestría), mientras que yo he hecho 8 años que no tienen ningún valor en Europa. Creo que es labor del Ministerio de Educación sacarnos de esta desventajosa situación en la que nos ponen frente a los europeos, sobre todo en una época en la que la globalización hace que nos veamos enfrentados a una competencia en la que por lo menos en el tema de titulaciones no salimos muy bien librados. Porque yo para poder estar al mismo nivel que alguien francés por ejemplo debo estudiar tres años de más (algo que no es muy justo), sobre todo si pensamos en que la calidad de la educación en Europa no es la mejor y con eso de la estrandarización europea, pues van de peor en peor.

viernes, 28 de mayo de 2010

Grecia, un bello sitio para caminar!!!

Mi mamá vino hace un mes a visitarme a París y nos pusimos en la tarea de cumplir uno de sus sueños: hacer un crucero por las Islas Griegas. Así que buscamos por Internet y encontramos una promoción en el sitio web de Marmara. Las dos podíamos viajar durante 8 días (4 días de crucero, y 4 días en Atenas) por 1.200 euros. Nos fuimos en la noche del jueves. Llegamos a la 1:00 de la mañana al hotel y a las 6:00 de la mañana del día siguiente nos levantamos para salir a las 7 con el grupo que hacía el crucero. Llegamos al puerto y subimos a un barco del grupo Louis (a quien quiero felicitar por la organización y excelente servicio). Al llegar nos llevamos algunas sorpresas: la primera es que aunque la comida del barco estaba dentro del precio, las bebidas no lo estaban y el paquete de bebidas valía 84 euros por persona (incluyendo bebidas alcohólicas) y 45 (las nos alcohólicas). Entonces, decidimos que durante el viaje tomaríamos agua de la llave.

La segunda sorpresa fue que las excursiones del barco en cada isla se pagaban y valían entre 50 y 60 euros (o sea que por cada excursión debíamos pagar por las dos, en promedio 120 euros). Además que cada día se pagan 8 euros de propinas por persona. Así que el precio fue subiendo y nuestro presupuesto que nos permitía tomar agua de la llave comenzó a verse un poco afectado. De todas maneras nos inscribimos a dos excursiones porque la guía nos dijo que era difícil hacerlas solas. El primer día viajamos toda la mañana y en la tarde desembarcamos en Mikonos, una ciudad completamente blanca con el mar de muchos colores y un atardecer que hace empalidecer a muchos y enamorar a otros. Ese día por ser el primero no había excursión, así que sólo pagamos 8 euros cada una (que equivalían al pago del bus). Luego de recorrer las calles, volvimos al barco y fuimos a comer en el restaurante en donde el jefe de meseros era Egipcio y cuando pedimos agua de la llave preguntó que por qué y yo dije que porque no teníamos dinero. Así que desde ese día recibimos como cortesía dos copas de vino en nuestra mesa (el problema es que mi mamá no toma nada de alcohol y para mí una copa a la semana es suficiente, así que siempre salía un poco más feliz y mareada de la cuenta, porque ante una atención como esa, lo mínimo es que hay que tomarse el vino).

El segundo día en la mañana fuimos a Kusadasi en Turquía, allí conocimos una de las maravillas del mundo, el Templo de Ephesus. Caminamos por este lugar magnifico en el que se respira historia a cada minuto. A quienes quieran hacer este paseo, se puede hacer fuera de las excursiones, tomar un taxi entre cuatro, los taxistas hablan inglés y se evitan pagar en exceso por algo que pueden hacer solos. Nosotras pagamos porque creímos a la guía que podría ser peligroso, que el taxi era muy caro… En fin, hay que simplemente ponerse sus zapatos más cómodos y hacer el ensayo.

El día siguiente visitamos en la mañana Héraklion allí está el sitio de Knossos al que no fuimos porque decidimos simplemente visitar el fuerte y la parte antigua de la ciudad. Además porque como dije desde el principio decidimos sólo hacer dos excursiones y esta no era una de ellas. En la tarde fuimos a un lugar magnífico se trata de Santorini y más específicamente Ia un lugar que recomiendo a todos los enamorados, a lo que no lo están, a los que disfrutan de los lindos paisajes, a los que quieren descansar… Bueno y dejo la historia aquí porque justo ahora debo ponerme a trabajar en mi tesis de grado que debo entregar el 15 de junio (hay mucho por hacer). Mañana seguiré la historia sobre Ia y por supuesto sobre Atenas y la Acrópolis. Lo que espero es que les hayan dado ganas de viajar, de visitar Grecia, de no pagar por las excursiones (de irse por su cuenta) y de hacer un crucero (que es maravilloso!).

miércoles, 19 de mayo de 2010

Ponte unos buenos zapatos y comencemos a caminar

Empiezo mi historia en el aeropuerto de Londres. Yo se que ahora vivo en París pero toda historia empezó en Londres. Así que hace cinco años llegué a Heathrow, no sabía ni una palabra en inglés y me acerque a la persona de inmigración que algo me dijo y yo sólo subí las cejas en señal de que no entendía nada. Así que me dejaron pasar sin preguntarme nada. En el aeropuerto estaba un vecino de Bogotá (soy colombiana), que vivía en Londres desde hacía un año y me estaba esperando. El saludo fue rápido, me fue explicando como compraba los tiquetes, como cogía el metro, como manejaba el mapa. En una hora estábamos en la casa en donde iba a vivir (era de una colombiana que llevaba más de 30 años en Londres), mi vecino me hizo el almuerzo y en media hora estábamos cogiendo el bus, el metro y fuimos directamente a la escuela en donde estaba inscrita para estudiar inglés. Se trataba de Marlvern House una escuela de buen nivel, no muy cara, con buenos profesores y en donde además del inglés se puede perfeccionar el español, porque hay muchos colombianos. Sólo ese día ví a mi vecino porque al siguiente día él se iba de viaje por europa y luego para Colombia. Así que ya estaba en Londres con 5 palabras que sabía en inglés y 500 libras para vivir…

martes, 18 de mayo de 2010

Te invito a ponerte mis zapatos para comenzar a viajar

Hola, te doy la bienvenida a mi blog, desde hoy quiero empezar a contarte y a mostrarte todas las experiencias que tengo como extranjera viviendo en París.  También te contaré y mostraré fotos de mis viajes por el mundo, para que juntos comencemos la aventura de saber cuáles son las experiencias de ser extranjero y de no conocer nada de nada: ni la cultura, ni la lengua, ni la gente, ni las recetas...  Este será un diario para mostrarte cómo es un día normal de la vida en París para un extranjero y luego en cada viaje te mostraré los sitios que me gustan, a los que voy, lo más fácil y difícil para quedarse en el país. Te contaré historias de extranjeros que como yo están construyendo su vida en un país lejos de sus raíces. Espero que tu también me cuentes tus historias y lo que haces en el país donde estás.  Lo que quiero es que me muestres como usar tus zapatos y leas como yo voy en los míos.
Hasta mañana y recuerda que en este blog siempre estaré esperando para contarte algo