Tener un blog es una de las cosas que más me ha gustado, primero porque contaba cosas personales y eso me servía para curarme de dolores e historias y segundo porque también escribía sobre lo profesional. Separé los temas, lo personal aquí y lo profesional en uno de comunicación política (una de mis pasiones). Hoy luego de algunos años, como tres, vuelvo a mi blog personal. Quiero volver a escribir, quiero escribir un libro de comunicación política, pero siento que he perdido el ritmo de escribir y quiero recuperarlo en este blog.
Hace años escribía que ya no quería salir más luego de mi divorcio. Pues bien, la cosa sigue igual, he salido poco, nada digno de contarse o de recordar. En este tiempo han pasado cosas importantes como que el matrimonio que tuve fue anulado, que renuncié a un trabajo en el que ya no quería estar y lo hice saltando al vacío, llena de sueños, pero sin una opción clara en el camino.
Así que en esas estoy desde hace casi tres meses, en la búsqueda de eso que quiero hacer en mi vida, que obviamente es algo en comunicación, y buscando esas opciones para que se hagan realidad. Es algo que da miedo, pero también alegra saber que se pueden tomar decisiones, dar saltos al vacío y al final sentirse tranquilo y con ganas de hacer una nueva reinvención.
Creo que en mi vida he hecho muchas reinvenciones y aunque algunas han dolido en un principio, con el tiempo me he dado cuenta de que han hecho mi vida más interesante, más llena de color. La han hecho diferente cada día. Me alegra tener esta capacidad de siempre querer cambiar, querer más, querer ser más consciente.
En ese camino estoy, en el de encontrar(me), en el de conocer(me), en el de escuchar(me) y lo más importante en el de amarme, porque claramente si yo no me amo nadie lo hará por mi. Estoy descubriendo que en el pasado cuando no me sentía querida o valorada, era yo misma quien no me quería y no me valoraba. Era mi responsabilidad y hoy la acepto y sé que en el futuro todo será diferente, nada volverá a pasar de misma manera, porque hoy ha cambiado algo fundamental y eso es que ahora me amo, me valoro, me gusto... Ya no necesito que nadie lo haga por mi y ese es un cambio que me permite estar tranquila y en paz.
Por eso gracias a todos los maestros del camino. Gracias a esas personas que en algún momento me hicieron ver que me faltaba amor (y no de parte de ellos sino de mi parte). Gracias de verdad a todas y cada una de las personas que han estado en este camino que valoro por enriquecedor, por maravilloso.
Gracias por este aquí y ahora que son perfectos.
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